Cartas

Cierre de Huachipato y los costos del proteccionismo

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Señor Director:

La Compañía Siderúrgica Huachipato ha suspendido sus operaciones siderúrgicas de su planta en Talcahuano, luego de que la Comisión Antidistorsiones propusiera aplicar una sobretasa arancelaria a las importaciones desde China menor a la solicitada por la empresa. La solicitud de Huachipato se fundamentaba en la necesidad de “netear” los subsidios que el gobierno chino realizaba a empresas exportadoras de acero.
Más allá de resolver el tema de si la sobretasa arancelaria propuesta por la Comisión está calculada correctamente, cabe reflexionar respecto a cuáles son los gatillantes más profundos que llevaron a Huachipato (y a sus trabajadores) a estar hoy en esta compleja situación.
Los gatillantes son, de lado y lado, confiar en que un esquema basado en aranceles y subsidios estatales puede sobrevivir sosteniblemente en el tiempo. No se debe olvidar que tanto los subsidios como los aranceles distorsionan los precios “verdaderos” de mercado, que reflejan tanto la escasez relativa de los bienes como la valoración subjetiva de estos por parte de los consumidores.
En última instancia, los más perjudicados por obviar el rol que cumplen los precios “no distorsionados” en una economía de mercado, son los propios trabajadores, que, producto de una concepción deficitaria e insostenible del comercio, se ven expuestos a quedar, abruptamente, despojados de sus fuentes laborales.

Patricio Órdenes
Faro UDD

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